lunes, 24 de enero de 2011

Meditación: Una visión holística (Homenaje a Taimni)

Desde aún antes de los 20 años de edad incursioné en las enseñanzas del Yoga, que serían mi soporte durante toda mi vida. Para aquellos años tuve una gran fortuna: la de conocer y poder aprender en forma personal con I.K. Taimni (1898-1978), nacido en India, Profesor de Química en la Allahabad University, y líder de la Sociedad Teosófica. Escribió una gran cantidad de libros en los que, desde su pensamiento científico, procuró introducir de modo serio, carente de pensamiento mágico, las antiguas enseñanzas del Yoga a Occidente, incluyendo un modo actual de abordar los Yoga Sutras de Patanjali para la comprensión de la propia mente en el hombre y en la mujer de hoy. Él mismo expresaba:

Un creciente número de personas inteligentes propensas a lo espiritual, está apartándose de las ideas ortodoxas sobre religión y filosofía, para emprender la búsqueda de la Realidad Primaria que está oculta en lo interno de todo ser humano, y que es la meta final de todo empeño espiritual y autodisciplina."

La humildad que irradiaba su presencia, y la claridad de su manera de explicar lo que desde el lenguaje llanamente Oriental era difícil de ser asimilado, hizo que su modo de compartir el Conocimiento (también por el intercambio epistolar que pudimos mantener durante cierto tiempo), impregnara mi propia manera de ver la realidad (tanto en mi práctica personal como en la mirada que luego desarrollara como terapeuta o como coordinador de grupos). Trabajar sobre sí es ocuparse de lo más básico, y también estar abierto a que lo más desarrollado de sí mismo, intrapsíquicamente, nos ayude a transformar lo más antiguo, obrando terapéuticamente. Taimini dice:

Precisamente porque el hombre contiene dentro de sí el misterio final de su existencia, oculta tras las más intensas honduras de su mente, es que puede llegar a ser consciente de él, trascendiendo sistemáticamente las diferentes capas de la mente."

Desde hace varios años, tomando sus enseñanzas, desarrollé mi propia manera de compartirla a quienes se están formando en la tarea de ayudar a otros, o, más específicamente y en primer lugar, a quienes buscan conocer los mecanismos de su propia interioridad tomando estas herramientas como instrumento de trabajo sobre sí. Llamé a este sistema Meditación Holística, pues el propósito es integrar la totalidad del ser humano, implicando también los estados de contacto con lo superior de sí mismo.

Aquí quiero transcribir un texto de Taimni que, al releerlo, quise compartirles. Está extraído de su libro “La ciencia de la Yoga”. Que les ayude en la Búsqueda!

“No puede haber duda alguna de que proseguir con seriedad el ideal que el Yoga propone es tarea difícil, si no imposible, más allá de la capacidad del aspirante común. Esa impresión seguramente lo descorazonaría, y si no piensa profundamente sobre los problemas de la vida y esclarece sus ideas acerca de ellos, podría inducirlo a abandonar la idea de embar­carse en esta Divina aventura o a posponerla para una vida futura.

No puede haber duda alguna de que proseguir con seriedad el ideal Yóguico es tarea difícil que no puede emprenderse como un me­ro pasatiempo o para escaparse de la tensión y dureza de la vida ordi­naria. Puede emprenderse solamente con una comprensión plena de la vida humana y la miseria y aflicción inherentes a ella, y además con la comprensión clara de que la única manera de acabar con esta miseria y aflicción de modo permanente es con la realización de la Verdad que está entronizada dentro de nosotros mismos, por el único1 método disponible para ello, o sea por la disciplina Yóguica.

Es cierto también que el logro de este objetivo es cuestión a largo plazo y que el aspirante debe estar dispuesto a dedicar a este empeño un número de vidas, tantas como sean necesarias, con todo su co­razón y toda su mente. Nadie puede saber al principio con qué poten­cialidades cuenta y cuánto tiempo necesitará. Puede esperar lo me­jor, pero debe estar preparado para lo peor.

Los que no se sientan capaces de esta tarea no están obligados a emprenderla inmediatamente. Pueden continuar el estudio teórico de Yoga; pensar constantemente sobre los problemas más hondos de la vida; tratar de purificar su mente y fortalecer su carácter, hasta que su poder de discernir se fortifique suficientemente para permi­tirles penetrar a través de las ilusiones ordinarias y ver la vida en su desnuda realidad.

Cuando los ojos internos del verdadero discernimiento comien­zan a abrirse, los as­pirantes dejarán de cavilar acerca de si son suficientemente fuertes para emprender esta larga y difícil jornada hacia su verdadero hogar. Entonces nada será capaz de detenerlos, y de modo natural y con to­do corazón se dedicarán a esta tarea difícil pero tan sagrada.

Lo importante es comenzar definitivamente en algún punto y tan pronto como sea posible Ahora. En el momento en que se em­pieza con seriedad, comienzan a acumularse energías en torno al centro del esfuerzo, que llevan al aspirante hacia su meta, lentamen­te al principio, pero con creciente celeridad hasta que queda tan ab­sorto en la prosecución de su ideal que el tiempo y la distancia dejan de inquietarlo. Y algún día se encuentra con que ha alcanzado su me­ta, y mira hacia atrás con cierto asombro por la larga y tediosa jorna­da que ha completado dentro del ámbito del tiempo, mientras ha es­tado viviendo sempiternamente en lo Eterno.”


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"A medida que una psicoterapia avanza, el sentimiento de aceptación y respeto que el terapeuta siente comienza a convertirse en algo similar a la reverencia: esto se debe a que es testigo de la lucha valerosa y profunda que el sujeto sostiene para llegar a ser él mismo. Pienso que, en lo profundo, el terapeuta siente la comunidad -o quizás la hermandad- inherente a todos los hombres." Carl Rogers